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jueves, 20 de noviembre de 2014

Video: Julio Antonio. Minero de Almadén


Julio Antonio. Minero de Almadén (1910) Bustos de la raza.

Julio Antonio (Antonio Rodríguez Hernández) fue uno de los "iniciadores de la escultura moderna y contemporánea y precursor de la vanguardia de inicios del siglo XX", y en su obra se halla la presencia de la escultura clásica, del renacimiento y hasta las cualidades costumbristas de finales del siglo XIX italiano.





Julio Antonio (Mora de Ebro, Tarragona, 6 de febrero de 1889 - Madrid, 15 de febrero de 1919). Hijo de Aquilino Rodríguez, alférez de infantería y Lucía Hernández, toma sus primeras clases de dibujo en su localidad natal. En 1896 se traslada con su familia a Tarragona donde asiste a las clases de dibujo del Ateneo Tarraconense.

Al año siguiente su padre es destinado a Cuba y la familia se instala en Barcelona donde asiste a clases de escultura en el taller del escultor Feliu Ferrer Galcerán. Más tarde sería el principal discípulo del afamado escultor Miquel Blay Fábregas.

En 1903 vuelve a trasladarse la familia, en esta ocasión a Murcia y es allí donde realiza su primera obra conocida, como: "Flores malsanas".

En 1906 pasa un periodo de tiempo en Barcelona y, de ahí, de nuevo con su familia, viaja Almadén, donde su tío había sido nombrado interventor de una empresa minera.
En 1907 se inició su período madrileño gracias a una beca de la Diputación de Tarragona. Tras su paso por el Círculo de Bellas Artes comenzó a trabajar en el taller de Miguel Blay y compartió estudio con Miguel Viladrich. De esta época son sus dibujos y pasteles, en los que se recrea en la figuras populares, como en su bronce María la gitana. En 1908 expuso numerosos dibujos realizados al carboncillo y a la sanguina, así como un busto y un relieve en el Ateneo Obrero Tarraconense.

En Madrid cultivó la amistad con Eugenio Noel, Ramón Gómez de la Serna, Valle Inclán, Julio Romero de Torres y Ramón Pérez de Ayala.

En 1909 obtiene una bolsa de viaje de la Diputación de Tarragona con la que visita Roma, Nápoles y Florencia, donde conoce de primera mano la obra de Donatello, Miguel Ángel y Verrocchio. A la vuelta se instala en Almadén, donde comienza a trabajar en "Los bustos de la Raza".

Hasta 1919, año de su muerte, su producción fue extensa, tanto de bustos, que en su conjunto fueron denominados Bustos de la raza, como de monumentos. Ejemplos de éstos son el monumento a Goya (Fuendetodos), a Ruperto Chapí (Madrid) o una de sus últimas obras, el Mausoleo Lemonier. Esta obra fue concluida en 1918 y se expuso al año siguiente en la Biblioteca Nacional de Madrid, con gran éxito.

Los Bustos de la Raza


Los Bustos de la Raza forman parte de una serie escultórica que recoge el objetivo de Julio Antonio de esculpir representantes del pueblo: hombres y mujeres anónimas; considerados pilares fundamentales de la raza de acuerdo con los planteamientos comunes a la mayor parte de los miembros del movimiento literario español conocido como la Generación del 98, en particular sus amigos escritores Ramón Gómez de la Serna y Eugenio Noel. Todo ello lleva a algunos estudiosos a afirmar que Julio Antonio encarnó, como ningún otro escultor, los ideales de esta generación. Ideales de regeneración que les permitieron vencer el derrotismo en que se vio sumido el Estado español en el cambio del siglo XIX al XX.

En 1908 para obtener sus modelos Julio Antonio emprende un viaje por España acompañado de Miquel Viladrich, en busca del contacto directo con la realidad del país, de los personajes que trascienden su individualidad para convertirse en un eterno presente.

En 1909, realiza: Minera de Puertollano, Rosa María, Mujer de Castilla, Ventero de Peñalsordo, y al año siguiente, Hombre de la Mancha y Minero de Almadén.
El precedente de todas estas obras fue María la gitana, amante que fue del Pernales, y el epílogo el retrato del poeta Lasso de la Vega; Dos representaciones particulares de dos personajes que tienen una historia propia pero que transmiten al mismo tiempo todo el simbolismo de los Bustos de la Raza.
En 1914 Julio Antonio efectuó una estancia en Ávila y en la Sierra de Guadarrama para volver a trabajar en la serie de los Bustos de la raza y para recuperar un poco la salud. A ésta época pertenece: Moza de Aldea del Rey, Ávila de los Caballeros, Cabrero de las tierras de Zamora y El Novicio.

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