La
próxima semana, dos ciclistas, Josep Manel Gómez López-Ibarra y Miquel Moll
Recasens, recorrerán el camino arriero de la Ruta del Azogue, que une Azuaga
con Sevilla.
Como ya comentamos con anterioridad, el Camino Real de Almadén a
Sevilla tenía un primer tramo común para carreteros y arrieros, que unía las
localidades de Almadén y Azuaga, localidad extremeña situada a unos 150 kilómetros al
suroeste de Almadén. Desde aquella salían dos caminos carreteros y uno arriero
en dirección a Sevilla, en cuyas atarazanas el azogue de Almadén se volvía a
pesar y empacar para embarcarlo y cruzar el océano Atlántico hasta alcanzar las
Indias.
Los
citados ciclistas vienen desde Barcelona a Almadén por tercera vez, pues en las
dos anteriores han realizado ya el tramo común entre Almadén y Azuaga
(primavera de 2015) y el camino carretero oriental que une Azuaga con Sevilla
(otoño de 2015), cruzando Sierra Morena hasta alcanzar Lora del Río, ya en el
valle del Guadalquivir, para encaminarse después a Sevilla por Brenes y San
José de la Rinconada. El camino arriero, que es el próximo objetivo de nuestros
dos ciclistas, parte de Azuaga y cruza los términos de Malcocinado, Alanís,
Cazalla de la Sierra
y El Pedroso, localidades situadas en la Sierra Norte de
Sevilla. Desde El Pedroso, el camino desciende hacia el río Guadalquivir hasta
alcanzar la localidad de Cantillana, donde los arrieros y sus mulas cruzaban el
río en barcas. Pasado el río, el camino conduce a Brenes, San José de la Rinconada y Sevilla,
coincidiendo en este tramo final con el camino carretero oriental.
Completado
este objetivo, solo quedará pendiente el llamado camino carretero occidental,
que desde Azuaga se dirige hacia el oeste por la campiña sur de Extremadura,
cruzando los términos municipales de Berlanga, Ahillones, Llerena y Montemolín,
hasta alcanzar la localidad de Monesterio, situada en la Ruta de la Plata. A partir de aquí y
hasta la localidad de El Ronquillo, ya en la provincia de Sevilla, el antiguo
camino carretero ha sufrido grandes transformaciones, pues primero se convirtió
en la carretera nacional y después en la autovía que une Asturias y León con
Andalucía. Desde El Ronquillo, el camino vuelve a ser de tierra y se dirige
hacia Castilblanco de los Arroyos y después a Santiponce, para entrar en
Sevilla cruzando el Guadalquivir por el puente de Triana. El puente actual fue
construido entre 1847 y 1852, siendo el primer puente fijo tendido sobre el
Guadalquivir, pues hasta entonces solo había un puente de barcas, de modo que
por precaución las carretas cargadas de azogue no lo cruzaban, sino que se
descargaban en Triana y se transportaban hasta las atarazanas a hombros de
angarilleros.
Después
de empaquetar de nuevo bien el azogue, colocando los baldeses de cuero en
pequeños barriles de madera forrados de esparto y estos a su vez en cajones, se
embarcaba en las bodegas de los galeones para su transporte a América. Cuando
los galeones aumentaron de tamaño y las barras litorales de San Lúcar de
Barrameda impidieron que remontaran el Guadalquivir hasta el puerto de Sevilla,
hubo de bajarse el azogue en barcas de poco calado hasta su desembocadura,
donde le esperaba la flota de Indias. En la actualidad, los viajeros pueden
recorrer este tramo del río en pequeños barcos turísticos.
El
objetivo final de todo este proyecto, que no goza todavía de ninguna subvención
oficial, es realizar una página web con toda la información obtenida del Camino
Real y ponerla a disposición de cualquier persona interesada en recorrerla
total o parcialmente. En la web se dispondrá de información muy detallada de
las rutas del azogue para que nadie pueda perderse en la andadura, pero también
se comentarán otros aspectos ligados a descripción de los paisajes, visitas recomendadas
a los viajeros, sean de tipo cultural o por sus valores naturales, lugares
donde alojarse y otros datos que hagan más agradable el camino.
Ángel Hernández Sobrino.
0 comentarios:
Publicar un comentario