Valencia, 6 oct (EFE).- El Ministerio Público reclama sendas penas de 13 años de prisión para tres personas acusadas de estafar 832.000 euros, con una web falsa que imitaba a la de una empresa pública española, a varias firmas extrajeras en la venta de partidas de mercurio y cloroformo.
El fiscal pide también para los procesados, a los que imputa los delitos de continuado de estafa, blanqueo de capitales y de participación en organización criminal, multas de dos millones de euros, así como que devuelvan a las mercantiles las cantidades estafadas.
El juicio por estos hechos señalado para esta mañana en la Audiencia de Valencia ha quedado suspendido después de que hoy mismo uno de los acusados -dos hombres naturales de Nigeria y un empresario de nacionalidad española- haya renunciado a su actual letrado, y ahora tenga que designar a otro.
El empresario español ha mostrado "rabia y disgusto" por la suspensión: "Llevo cuatro años con este tema. Encima de que me estafan y me veo involucrado en esto, tengo que esperar años para que todo se aclare", ha dicho en los pasillos de los juzgados.
Según apunta el fiscal en su calificación provisional de los hechos, Minas de Almadén y Arrayanes S.A. (Mayasa) es una empresa española de propiedad estatal dedicada a la explotación y comercialización de los recursos naturales, en especial el mercurio, existentes en la comarca de Almadén, en Ciudad Real.
Sus clientes se encuentran mayoritariamente fuera de la Unión Europea y contactan con la empresa a través de su página web o por correo electrónico o teléfono.
En agosto de 2010, un grupo de personas, actuando fundamentalmente Nigeria y España, "decidieron aprovecharse del prestigio internacional de Mayasa para lucrarse ilícitamente".
Ese mes, varias personas sin identificar crearon una página web usando el nombre de la empresa pública española e imitando el estilo, diseño y contenido de la web original, aunque eliminando los datos de contacto auténticos y sustituyéndolos por otros.
De este modo, cuando los clientes de Mayasa accedían a la web falsa creyendo que era la oficial, contactaban realmente con los estafadores, que les ofrecían partidas de mercurio a precio ventajoso y exigían pagos en determinadas cuentas bancarias como señal o confirmación de los pedidos.
Según el fiscal, los tres procesados en la causa, puestos de acuerdo con personas que desde Nigeria crearon la falsa web, estaban encargados de abrir cuentas corrientes donde se producirían los ingresos y remitir este dinero fuera del país mediante transferencias a una empresa tapadera o su retirada en efectivo.
Así, en agosto de 2010, una empresa hindú contactó por error con la falsa web de Maysa e ingresó a los estafadores, sin saberlo, 17.283,44 euros como señal de un pedido total de 200 frascos de mercurio por 120.000 euros, y, en diciembre de ese mismo año, una mercantil de Arabia Saudí pagó a los delincuentes 23.514 euros de adelanto por un cargamento de este mismo material.
Igualmente, en marzo de 2011, una empresa radicada en Singapur, pagó 99.799,75 euros a los falsos empresarios como primer plazo de un envío; al mes siguiente, una mercantil turca ingresó 14.000 euros, y, entre junio y julio de ese año, una firma rusa desembolsó 677.300 euros por el encargo de 1.000 toneladas de cloroformo.
Una de estas empresas, antes de pagar el importe total de la factura, logró contactar con la verdadera empresa Mayasa, a la que remitió toda la documentación relacionada con este asunto, y se interpuso una denuncia, que dio lugar a este procedimiento.
Fuente: lavanguardia.com
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