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lunes, 12 de diciembre de 2011

Presentación del libro "Un instante en nuestras vidas" en la Casa de Cultura de Almadén


La escritora y pintora almadenense Dolores Capilla Cortés, presentará su nuevo libro el próximo miércoles 14 de diciembre a las 19:30 horas. Adelantamos un fragmento del primer capítulo, por cortesía de su autora.      


·    La historia que relata esta obra no dejará indiferente al lector, hará que reflexionemos sobre la posible vida que puede tocarle a culaquiera, poniendo en entredicho al destino que se permite jugar con la vida de cada uno.

……………………………

-¡Buenos días! -dijo tras abrir la puerta con el entusiasmo que le caracterizaba.

-¡Buenos días! -respondió una voz desconocida para él.

Al levantar la vista vio que Arturo no estaba detrás de la barra del bar, en su lugar había una joven a la que no había visto nunca. Se acercó para pedir un café, como era habitual en él, y para interesarse por la ausencia de su amigo, pero la luz de unos preciosos ojos verdes le hizo olvidar, por un momento, todo lo que rondaba por su mente y se quedó sólo con aquella mirada.

La joven se le acercó preguntándole qué quería tomar, al escuchar su voz volvió de su atontamiento y no supo muy bien cuál había sido la pregunta aunque por instinto contestó: “un café, gracias”, después se interesó por la ausencia de su amigo.

-¿Qué hay de Arturo?, es la primera vez que falta a su trabajo desde hace años. ¿No le habrá ocurrido algo?

-No, ha tenido que salir para resolver algunos asuntos, creo que regresará pronto.

-Es la primera vez que te veo en el bar, ¿vas a trabajar aquí?

-Sí, Arturo me ha ofrecido el puesto y, la verdad, necesitaba trabajo. Además, ¡no podía rechazar unas condiciones tan buenas! -exclamó vistiendo sus labios con una bonita sonrisa.

-¡Ya!, este Arturo…

“¿Cómo se le ha podido pasar por alto contarme esto?” -se preguntó. Cuando lo viera le ajustaría las cuentas, una cosa así no se le puede ocultar a un amigo y mucho más si, además, es tan bella.

La chica continuó con su trabajo, sirviendo café en la barra y en algunas mesas que estaban ocupadas por jóvenes estudiantes. El bar solía estar muy concurrido, se encontraba cerca de la Universidad y era el lugar de encuentro entre los estudiantes; así mismo, era el lugar preferido de Víctor. Arturo y él se conocían desde niños y nunca perdieron la amistad, al contrario, con los años esa amistad se hizo más fuerte. Existía una gran complicidad entre ellos, por eso, le extrañó que no le comentara lo de la prima.

Víctor, ensimismado en sus pensamientos, no dejaba de observar las idas y venidas de la chica. De mediana estatura, una melena, de un castaño claro, le caía sobre la espalda dándole un aire esbelto a la vez que le hacía parecer más joven de lo que seguramente sería. A pesar de su figura delgada, tenía las redondeces típicas de una joven bien formada. Lo cierto era que había algo en ella que le hacía diferente al resto de las chicas que conocía; tal vez era su mirada, sus ojos reflejaban una mirada de inocencia que no estaba acostumbrado a ver en otras mujeres, ¿o sería su sonrisa?, sembrada en sus labios en todo momento. No sabría decir por qué pero deseaba conocerla más y mejor, por eso la tardanza de su amigo le desesperaba.

La hora del descanso llegó a su fin y aún no había regresado Arturo por lo que, a regañadientes, tuvo que marcharse del bar. Con un simpático “¡hasta luego!” se despidió de la chica esperando volver a verla más tarde. Volvió de nuevo a sus clases, era estudiante de medicina y se encontraba en el último curso, más aún, en el último trimestre. En unos meses la vida de estudiante llegaría a su fin para dar paso a la realidad: “forjarse un futuro como médico”.

El día parecía interminable, deseaba encontrarse con Arturo a toda costa, así que, esa tarde se saltó unas horas de estudio y se marchó de nuevo al bar de su amigo. Al abrir la puerta esperaba encontrarse nuevamente con aquella mirada jovial que le había estado atormentando todo el día, por el contrario, no fue así, por lo que la decepción que sintió fue abismal, en su lugar se encontraba el hombre culpable de aquel interminable día.

Al acercarse a la barra lo saludó con un tono sarcástico.

-¿Qué tal has pasado el día?, supongo que habrás descansado.

-¿Descansado?, ¿a qué te refieres?

-Me refiero a tu ausencia durante esta mañana.

-Sí, he tenido que solucionar algunos asuntos que no podían esperar…

-¡Gracias a la nueva ayuda que te has buscado!, ¿verdad? -respondió interrumpiendo la respuesta de su amigo.

-Pareces enfadado, ¿te has levantado con mal pie? -dijo en tono burlón Arturo.

-No, es sólo que esperaba encontrarme a otra persona.

-¿No será una joven bastante atractiva?

-¿Sólo bastante?

…………………………………………………………







Todos lo que tengáis a bien acompañar a Loli en ese día, participaréis de "un instante de su vida".

     
      Fuente: Dolores Capilla Cortés
      NOTA: el texto del libro "Un instante en nuestras vidas" mostrado en este blog queda sometido a los Derechos de autor y bajo Copyright, reservándose por tal virtud todos los derechos. Su reproducción queda totalmente prohibida, ya sea total o parcial, sin permiso de su autora.
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2 comentarios:

No podré estar en la presentación porque vivo fuera del pueblo, pero seguro que será un exito. Felicidades. La verdad es que he leido el fragmento y la historia promete

Ya me gustaria, poder asistir pero vivo bastante lejos, soy muy aficionada a leer y escribir, y lo que he leido de tu nuevo libro, me parece muy intrigante. Te deseo mucha suerte, Paqui

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