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jueves, 24 de septiembre de 2015

Almadén: Retazos de su historia y sus gentes y su presencia en el Guggenheim




De todos es conocida la importancia de nuestra ciudad de Almadén, que va ligada a la de sus Minas y su Escuela de Minas. Así que no tengo por menos, (aunque sea a “vuelapluma”), que hacer alguna referencia general de ambas, ya que cualquiera de estos temas darían para un Tratado histórico de no poca importancia, y aunque no es éste el tema que vamos a tratar, se me hace difícil hablar de nada que se refiera a Almadén o sus gentes, sin mencionar siquiera Sus Minas y Su Escuela.


Nuestra Ciudad como tal, se haya situada al S.O. de la provincia de Ciudad Real, aproximadamente en el “ortocentro” del triangulo formado por: Ciudad Real, Córdoba y Badajoz, distando poco más de 100 Km. de cada una de ellas. Su antigüedad es muy remota, ya que podemos decir que los primeros pobladores aparecen de 2 a 3.000 años antes de la Era Cristiana según estudios de las pinturas rupestres de la Sierra de Cordoneros y Virgen del Castillo. Confirmada posteriormente por los historiadores romanos Vitrubio y Estrabón que siempre situaron su origen mucho antes de la Era Cristiana. Después Plinio ya la situó en la región Sisaponense (concretamente en la Beturia de los Turdulis) con el nombre de Sisapo o Sipapon, luego podemos decir que el primer nombre con que se designó a Almadén (y aunque en época del Imperio Romano) fue de origen celta: “Sisapo: mina oculta”.  
Desde la llegada de los “bárbaros”, se pierde un poco como fue la continuidad de Almadén como ciudad.
Volviendo a reaparecer como tal con la invasión árabe, a partir del año 714 de Nuestra Era, como lo demuestran términos como “hins al-mádin”: fuerte de la mina, o “Al-mahden”: La Mina.
Mucho tiempo permanece Al-mahden, bajo el dominio árabe. Ya en 1.168, Alfonso VIII, cede la comarca con sus territorios (conquistada anteriormente por Alfonso VII aprox. 1.150), al Conde Don Muño de Lara y al maestre de Calatrava. Después de varias confirmaciones, renovaciones y reconfirmaciones (a cargo de Fernando III, Alfonso X y Sancho IV), por fin estos territorios reciben el Título de Villa, reconfirmando el nombre de Almadén en 1.417, aunque ya se utilizaba este nombre desde la cesión de 1.168. 
Si con las referencias anteriores han quedado claros tanto la importancia como el “paso histórico” que Nuestra Ciudad aglutina, no es menos importante la Historia de sus Minas, (ya que como es lógico, no se conciben la una sin las otras), que adquirieron fama mundial desde tiempos del Mundo Antiguo.
Posiblemente los cartagineses ya comenzaron a explotarlas allá por el siglo IV a. de C. Aunque su mayor desarrollo lo adquirieron en la época del Imperio Romano, como se refiere en los escritos de Cicerón, Livio y Quintiliano. Seguramente la explotación se continuó por los Visigodos, aunque no hay documentos que lo atestigüen (al no ser los pueblos “bárbaros” tan amantes de la escritura, como el Imperio Romano).

 A partir de la Reconquista pasa la explotación de las minas al Imperio Cristiano, aunque las continuas revueltas hacen que su explotación no se normalice hasta la victoria de los Navas de Tolosa (1.212)
Lo mismo que en la Historia de la Ciudad, las minas son cedidas, donadas, y reconfirmadas por los monarcas: Fernando III (1.249), Alfonso X (1.254) y Sancho IV (1.289), en 1.512 son incautadas y pasan a pertenecer al Tesoro Real.
Pero la época de más importancia de la explotación minera, fue posiblemente a partir del reinado de Carlos I, y no porque el monarca apoyara la minería, o fuese un gran gestor de los asuntos técnicos y económicos, sino por todo lo contrario; ya que el asunto fue que para sufragar los enormes gastos que supuso su coronación, había tenido que pedir importantes anticipos a los banqueros de nacionalidad alemana (en aquellos tiempos, también banqueros en Ámsterdam): Marcos y Jaime Fugger (conocidos como “Los Fucares”), por lo que tuvo que cederles el usufructo (arrendamiento) de las Minas de Almadén, con la obligación de que entregaran 4.500 quintales de mercurio anuales.
Duró este arrendamiento 120 años, de 1.525 a 1.645. Prolongándose durante los reinados de “los tres Felipes”: Felipe II, Felipe III y Felipe IV.
Esta época fue de grandes beneficios para ambas partes, al demandar América gran cantidad de mercurio para beneficiar los minerales de plata por la “amalgamación” con el mercurio, principalmente en Méjico y Perú (San Luis de Potosí), es posible que de aquellos tiempos date el dicho antiquísimo de nuestro pueblo: “Vale un Potosí”. Tal es así que en alguna ocasión se exigió a los Fucares a poner en Sevilla (Puerto fluvial en el que se iniciaba el viaje a las Américas): 10.000 frascos de mercurio (cantidad muy importante para aquellos tiempos), podemos decir que en esa época Almadén era: “La joya de la Corona”. Terminando el contrato con los Fucares, las minas comienzan a ser explotadas por la Hacienda Real (ya era hora). 
La administración de las minas pasó por distintas dependencias del Ministerio de Hacienda, hasta que en 1.918 se creó El Consejo de Administración de las Minas de Almadén y Arrayanes, que es el que ha regido la administración de las minas durante todo el tiempo de su Explotación, y aún actualmente.
Las Minas no sólo han sido importantes por su Historia e importancia económica (que se desprende de todo lo expuesto hasta ahora), si no por la importancia que tienen hablando en términos Geológicos y Mineros. Por ejemplo, la concesión minera abarca un radio de 25 Km. tomando como centro el Pozo de San Teodoro y abarcando no sólo el término de Almadén en la provincia de Ciudad Real, sino que incide en las provincias de Córdoba y Badajoz.
De esta enorme concesión se calcula que sólo hay explotada aproximadamente la cuarta parte. No en vano, Almadén se considera la mayor reserva de mercurio del mundo, donde el cinabrio (HgS) impregna la cuarcita y rellena las fisuras de los paquetes cuarcíticos metalizados, y además, no sólo cuenta con la mina de Almadén propiamente dicha (con su criadero Gigante), sino con las: del Entredicho, las Cuevas, Guadalperal y los dos de la Concepción, la Vieja y la Nueva, haciendo un total de seis minas explotadas (con una extracción de más de siete millones y medio de frascos: 270.000.000 de Kg. de Hg.) además de yacimientos inexplotados.
Si ha esto añadimos la ley del mineral, que aunque muy variante, ha habido zonas de hasta el 40 %. De la producción total, más del 50 % se puede adjudicar al banco de San Pedro – San Diego, dejando el otro 50 % aprox. para los bancos de San Francisco y San Nicolás. Teniendo en cuenta todas estas consideraciones (extensión de la Concesión, Leyes del mineral y reservas existentes) y añadiendo además que las antiguas escombreras podrían rebeneficiarse, con los avances de las nuevas metalurgias; podríamos decir que… Almadén aún contiene mercurio para abastecer todos los mercados del Mundo durante no se sabe cuanto tiempo… Si es que algún organismo o Gobierno competente, es capaz de quitar la lacra que se ha cernido sobre nuestro preciado metal, hablando sólo de su toxicidad, y no de las múltiples aplicaciones que pudiera tener en el mundo moderno: nuevas tecnologías químicas y metalúrgicas, incluso tal vez podría ser competidor de metales especiales (uranio, plutonio, etc.), utilizados en temas  “atómicos” energéticos, aunque esa pelea se la dejo a los sabios (químicos e investigadores), pero para eso hay que querer.
Si Nuestras Minas son muy importantes desde todos los puntos de vista citados, Nuestra Escuela no le queda a la zaga: Creada en 1.777 durante el reinado de Carlos III, fue en aquellos tiempos el cuarto centro de la Enseñanza Superior Minera del Mundo, después de las de Freiberg (en Sajonia), Schemittz (en Hungría) y San Petersburgo (en Rusia), y el primero de España. Aunque la Real Orden da su aprobación en 1.777, parece que la construcción del Edificio de la Casa Academia, no se aprueba hasta 1.781 y posiblemente no se acaba hasta 1.784, ya que las primeras clases oficiales en ese edificio no comienzan hasta 1.785 (fecha de su inauguración). No obstante desde su aprobación en 1.777, la Enseñanza Minera comenzó de modo provisional en otros edificios existentes; de hecho, en 1.778 ya hay alumnos con los uniformes que correspondían a la enseñanza minera de aquellos tiempos. 
Nuestra Escuela fue de Ingeniería Superior desde su fundación en 1.777, hasta que en 1.835 se traslada a Madrid donde se forma la Escuela Especial de Ingenieros de Minas. O sea que esto de la Ingeniería Superior Minera primero fue Almadén y después Madrid.
El primer Director de aquellos tiempos de Ingenieros Superiores fue: Enrique Cristóbal Störr, contando también con profesores de gran fama como Fausto de Elhuyar (descubridor del Wolframio) y alumnos de la talla de Andrés Manuel del Río (descubridor del Vanadio).
Después del traslado de la Escuela a Madrid, nuestra Escuela se convierte en Escuela Práctica de Minería, siendo la primera Escuela de Capataces de Minas del país. Desde aquella fecha, han sido numerosas las Titulaciones que han recibido enseñanza en Nuestra Escuela a lo largo de la Historia: Maestros Mineros, Capataces, Facultativos Peritos e Ingenieros Técnicos (aunque no necesariamente en este orden).
Por supuesto, aunque siempre escribo “Escuela” (que es como yo la identifico), me refiero siempre a la Casa Academia de Minas situada en la Calle Mayor de San Juan nº 74 (que también ha sido los nº 66 – 68 y 72), dónde se impartieron enseñanzas Mineras desde 1.785 a 1.973.

 No tengo por menos que recordar al que fue Director de ésta Casa Academia durante los años 1.955 al 1.973,  Ricardo Martín Gallego, que fue el único director que aglutinó durante su mandato “prácticamente” todas las especialidades de la Escuela: Capataces, Facultativos, Peritos e Ingenieros Técnicos. Siendo además un Director con amor a su profesión y con un indiscutible Espíritu Minero.
En 1.973 la Escuela se traslada al nuevo edificio construido (del año 1.968 al 1.972), sobre el solar que albergó la antigua “Cárcel de Forzados” (que fue derribada en el 1.968), situado en la Plaza Manuel Meca nº 1, convirtiéndose en Escuela Politécnica en 1.978 y en el 2.009 en la actual: Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén (E.I.M.I.A.) perteneciente a la Universidad de Castilla La Mancha. Ahora estamos con los grados a cuestas, Grados en Ingeniería: minera y energética, de la Tecnología Minera, de los Recursos Energéticos, Eléctrica y Mecánica, aparte de los Masteres y Postgrados. 
Tengo que destacar en este último periodo, al que fue Director durante más tiempo ininterrumpido en Nuestra Escuela: De 1.991 a 2.012, es decir, durante más de 20 años, me refiero al almadenense: Luis Mansilla Plaza, amante, estudioso y defensor como pocos, de su Profesión y su Pueblo.

 Tal vez por el mérito de todo lo expuesto, y como más vale tarde que nunca, por fin se le reconoció a Almadén “algo” de lo que le correspondía desde hace tiempo: El año 2006 fue declarado  por ICOMOS ESPAÑA, año del Patrimonio Industrial. En noviembre se organiza entre Almadén y Madrid el Congreso Internacional sobre Patrimonio Minero e Industrial, el cuál permitió sentar las bases para la presentación de la candidatura de Almadén (lo cual se hizo en el año 2009), como ciudad merecedora a engrosar la lista de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad, y por fin el 30 de Junio de 2012 se reconoció a Nuestra Ciudad (creo que merecidamente), con el preciado Galardón. Ya era hora.
Después de todo lo comentado sobre: Nuestro Pueblo, Nuestras Minas, Nuestra Escuela, y personas célebres, creo que no está de más que hablemos algo de “Nuestras Gentes”, y en especial de los que más tienen que ver con Nuestra Escuela, que son los que se han formado en ella. Sin olvidar por supuesto al resto de “GENTE” de nuestro Pueblo que se hayan formado o no en Nuestra Escuela, y tengan que ver o no con la Minería, son parte importante de Nuestra Historia, y sin los cuales, no hubiera sido posible la misma.
Durante todo este tiempo nuestra Escuela (me refiero tanto a la Antigua como a la Moderna), ha sido un verdadero “Horno de Forja” de valiosos técnicos, que han llevado la reputación de Almadén por todo el mundo. Esto de “todo el mundo”, no es un decir, ya que trataré de enumerar los Países en los cuáles tenemos casi total certeza de que han trabajado alumnos  de nuestra Escuela: a parte por supuesto, de todos los sitios más importantes de “nuestra Piel  de Toro”, podemos continuar por los de la Unión Europea (Portugal, Francia, Italia y Alemania), Reino Unido, Países Árabes (Marruecos, Libia, Arabia Saudí, Irak), otros Países Africanos (Guinea, Nigeria, Camerún, Angola), Hispanoamérica (Venezuela, Perú, Chile, Ecuador, Bogotá, Guatemala), Brasil, Puerto Rico, Canadá, EEUU (Colorado, California), hasta en China. Y  no solo en países continentales, sino en Islas de la Importancia de: Baleares, Canarias, Azores, Cuba y Jamaica.
Tanto es así, que ya que el humor es también parte de nuestra idiosincrasia y patrimonio personal, no tengo por menos que comentar una cuña humorística, que reconfirme y relaje lo extenso de las definiciones anteriores, y es la siguiente:
Yo la titularé “Le salió bien el farol”: 
Encontrándose un alumno de nuestra Escuela, Mariano Serrano (para mi “Marianin”, ya que lo he llevado a cuestas a las antiguas guarderías (“escuelas cagonas”) de nuestro pueblo), en Guayaquil (Ecuador) para realizar una importante obra de una presa con su empresa Dragados, y coincidiendo con otro colega de Peñarroya – Pueblonuevo, ambos colegas comenzaron a disertar sobre si era Almadén o Peñarroya la ciudad que había aportado más técnicos a todas las partes del mundo, lógicamente cada uno arrimando el ascua a su sardina. Dicha discusión se desarrollaba en el Salón del Hotel “El loro verde” en Guayaquil,  que era a modo de los antiguos “salones del Oeste”, dado que la conversación iba tomando un cariz de… “que te lo crees tú, a mi me lo vas a decir” y ante la presunción del oponente, nuestro paisano le dijo al de Peñarroya: pero muchacho, como vas a comparar, si de mi pueblo puede ser cualquier persona del mundo; mira, aquel que entra por la puerta del salón es de mi pueblo (se refería a una persona que con su traje blanco y su sombrero de Jipijapa (o Panamá), que acababa de entrar en el Salón, dejando tras de sí el lógico “vaivén” de ese tipo de puertas). Lógicamente, en ese momento Mariano, no tenía ni pajolera idea de quién podría ser el susodicho sujeto, pero dado el fragor de la discusión, cualquiera se retractaba; así que a medida que avanzaba el especial personaje hacia el fondo del salón, dónde se hallaban los “susodichos conversadores”, el de Peñarroya más acusaba a “Marianin” de que era una falacia, y nuestro paisano más hincapié hacía en que lo que él decía era una afirmación exacta (aunque en el fondo supiera que era un farol), pero el personaje de blanco seguía avanzando hacía ellos, y muy decidido hacia la zona ocupada por Mariano… en ese momento el del sombrero de Jipijapa dice: ¡Mariano! y nuestro paisano contesta ¡Juanito!, fundiéndose ambos en un fuerte abrazo. Resulta que como vemos “el farol le salió bien”, ya que el personaje citado era Juanito de Rus, hijo del antiguo Jefe de Talleres de las Minas: Juan de Rus. Lógicamente el de Peñarroya quedó estupefacto, no volviendo a poner en duda el que (lo mismo que los de Bilbao “pueden nacer donde quieran”), los de Almadén: pueden aparecer en cualquier parte del mundo.
Pero no sólo eso, sino que además Nuestros Técnicos han ocupado puestos importantes en todas las Empresas que han trabajado: Jefes de Producción, Jefes de Obra, Jefes de Grupo, Gerentes, Apoderados… y no hablamos de empresas cualquiera, sino de empresas de élite como (por citar algunas), de minería: Minas de Almadén, Peñarroya, Puertollano, Andorra, etc., etc., etc. o de construcción: Dragados, Ferrovial-Agroman, Necso, ACS, OHL, FCC, IGME, Sacyr, etc., etc., etc., o cimentaciones: Rodio, Kronsa, Cimentaciones y Sondeos, Geotecnica Stump, Terratest, etc. Otras veces trabajando en la Administración, o formando sus propias empresas (tanto en el mundo de la construcción, mecánica del suelo, suministro de maquinaria o materiales, etc.), o también teniendo participación en alguna de las importantes empresas de construcción citadas. O formando parte de Ingenierías de importancia como: Imebisa, Eptisa-Cinsa, o colaborando con otras de Gran Relieve como Labein, Idom y Sener.
Pero no sólo nuestros técnicos han participado en obras de máxima importancia, además por supuesto de la minería, como: autopistas (túneles, puentes,) metro (ferrocarriles metropolitanos), puertos, trasvases,… y otras de edificación en general, sino que han sabido emerger de los subterráneos mineros a la superficie y colaborar en obras de las más importantes de la arquitectura modernista del siglo XXI como es el Museo Guggenheim de Bilbao, con su espectacular estructura metálica a base de vigas y pilares en muchos casos curvilíneos y casi siempre guardando poco la verticalidad a modo de “cerchas muy especiales” que posibilitan la mejor distribución de los esfuerzos en los nudos de unión. Además de sus  33.000 paneles metálicos (de chapa galvanizada y titanio) y de unas dimensiones de 1,165 ? 0,655 m., que conforman su especial cierre y cubrición y que dan un aspecto muy especial (yo diría de “barco galáctico”) a esta “singular obra”.
En esta obra del renombrado arquitecto Frank Gehry (Frank Owen Goldberg, canadiense de Toronto, con posterior nacionalidad  estadounidense), han colaborado Ingenierías de relevante importancia como Idom: llevando la Dirección de obra y colaborando en el proyecto, Boureau Veritas en operaciones de control, y Constructoras de renombre como Ferrovial, que formó parte como principal componente de la UTE GUGGENHEIM formada por: Ferrovial – URSSA y Lauki; y Construcciones Balzola, además de la colaboración de Empresas especialistas en cimentaciones como Cimentaciones Abando y Perforaciones y Sondeos.
La obra se comenzó en Octubre del 1.993 y se finalizó en agosto del 1.997 (tiempo record para una obra tan especial), siendo inaugurada en Octubre del mismo año. Nos referimos exclusivamente a las obras de: Excavación, Cimentación, Hormigones, Estructuras, Pavimentos, Cierres y Urbanización.
-  El movimiento de tierras lo realizaron Excavaciones Artxanda y Excavaciones Jokin con un total de 85.720 m³.
-  Los muros cortina, 5.850 m² realizados por Umaran-Permasteelisa, en colaboración con Balzola, con la que también colaboraron en todas las labores del Titanio.
-  Los cierres exteriores fueron realizados por Construcciones Balzola:
-  Cierre de Titanio: 25.000 m² (33.000 Uds. de paneles de aprox. 0,76 m² de Titanio de 0,38 mm. de espesor, fijados sobre chapa galvanizada de 2 mm. de espesor, impermeabilizada con tela autocicatrizante).
-  Cierre Exterior: de Piedra Caliza de 5 cm. de espesor: 14.505 m².  
Y llega el turno a los técnicos de Almadén que hemos estado ahí:
Joaquín Cabello, de Ferrovial, al frente de los trabajos de:
-  Encepados: 444 uds.
-  Estructura: con encofrados: 58.820 m², armaduras: 3.250 Tn., hormigón: 18.500 m³, perfiles: 4.850 Tn., protección pasiva: 68.000 m².
-  Pavimentos: en exteriores: 4.800 m² y en interiores: 28.080 m².
-  Distribución interior: Placas de yeso laminado: 250.000 m² y Perfileria: 320.000 uds. (primaria, secundaria y terciaria).
-  terminando con la urbanización Exterior.
Félix Ruiz, de Cimentaciones Abando, al frente de los trabajos de pilotaje, se realizaron:
-  Pilotes entubados (empotrados en roca 2 m.)
-  Cimentación general: 665 Uds. Ø 1.080 mm.
-  Zona pasarela: 12 Uds. Ø 800 mm.
-  m³ de hormigón: 5.300
-  Kg. de acero: 300.000
-  Mls. Totales: 11.600

 Miguel Rayo (el que subscribe), al frente de mi propia empresa Perforaciones y Sondeos, y en colaboración con la UTE, realizamos los trabajos de : Micropilotes y Anclajes:
-  Micropilotes: de Ø 250-220 mm. y capacidad de trabajo 60-80-100 y 125 Tn. Realizados tanto para la cimentación de las grúas, como las cimentaciones de la Sala Fish, pasarela de acceso y urbanización. Más de 180 Uds. y más de 2.700 ml.
-  Anclajes definitivos: de 60-90-120 y 150 Tn. y profundidades desde 20 hasta casi 30 m. Realizados a través de los pilotes de Cimentación para contrarrestar las subpresiones de las losas de los sótanos, al encontrarse el museo pegando a la Ría del Nervión: Más de 120 Uds. y más de 2.500 mls.
-  La Inyección de lechada de cemento entre micropilotes y anclajes, superó los 320.000 Kg.

 Esta ha sido la colaboración de Almadén y sus técnicos a tan “espectacular obra”. No sabemos si la elección del “titanio de su cierre y cubrición”, fue intención directa del arquitecto Frank Gehry, casualidad química, o agradecimiento de la propia obra a la colaboración de los técnicos de Almadén en ésta edificación tan singular; ya que su tono es lo más parecido al de la primera “película oxidada” que adquiere el mercurio en contacto con el oxigeno del aire.

 Ahí queda el dato, y creo que no sería desacertado decir como despedida:
“ahí queda algo de la Historia de un Pueblo, sus Minas, su Escuela, y la trayectoria de sus Gentes”: ¡Viva Almadén!
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