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domingo, 22 de enero de 2012

Se cumple un año de la restauración de un mapa de Almadén del Catastro de Ensenada


Recordamos la noticia de la restauración de este mapa, considerado como uno de los mejores de la época y que fue elaborado con aguada de varias tintas entre 1749 y 1756. Luce como nuevo gracias al trabajo de la Junta.

Entre los cometidos del Centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha en Toledo, adscrito a la Consejería de Educación, Ciencia y Cultura del Gobierno regional, se halla también la restauración y preservación de documentos en papel u otros soportes como el pergamino, que tienen una cierta importancia documental, memorística o histórica.

Estas unidades documentales, que se intervienen en el Taller de Documento Gráfico del Centro, forman parte generalmente de los fondos custodiados en los archivos provinciales, municipales y de otra índole existentes en la comunidad autónoma castellano-manchega, aptos para ser consultados por los ciudadanos interesados.

En el Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real, concretamente en la sección Hacienda (en el legajo con signatura H 642), se conserva un plano histórico del municipio de Almadén del siglo XVIII que forma parte de los fondos documentales procedentes del Catastro de Ensenada.

El plano, que luce como nuevo, fue restaurado recientemente en el Taller de Documento Gráfico de dicho centro toledano por la restauradora Inmaculada Mas, que empleó unas dos semanas en la ejecución continuada del trabajo.

El plano urbano en cuestión se editó incluido en el apartado llamado Interrogatorio General, en relación a la localidad de Almadén de dicho Catastro, elaborado entre los años 1749 y 1756 a instancias del Marqués de la Ensenada. Está realizado sobre papel, utilizando como técnica la aguada con varias tintas como pigmento -diluidas, pues, en agua- y tiene unas dimensiones en torno a 53 x 42,5 cm.

El plano está considerado como uno de los mejores mapas salidos del Catastro, según Inmaculada Mas, quedando cosido a uno de sus libros. En concreto el libro de la declaración de propios de la villa de Almadén.

El documento llegó deteriorado al Centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha sobrepuesto sobre un cartón corrugado de color rojo y sujeto por charnelas de polietileno.

El plano se encontraba dividido en seis fragmentos, unidos con cinta adhesiva -en algunos de ellos por ambas caras-, cuya acidez dejó huella negativa en la pieza documental. Exactamente manchas en torno a las uniones de dichos fragmentos, muy acidificadas. También presentaba pérdida del soporte en su margen derecho y suciedad superficial general.

Dos semanas de trabajo. El procedimiento profesional habitual en estos casos se aplicó con rigurosidad en el Taller de Documento Gráfico durante las dos semanas que duró aproximadamente la intervención: tras estudiar la obra, los técnicos procedieron a dejar testimonio fotográfico de su estado de conservación y tomaron datos de identificación y descripción, de cara a hacer la propuesta adecuada de tratamiento, incluyendo las técnicas y materiales que componen el ejemplar a tratar, así como los que se van a utilizar en el proceso de intervención de la obra.

Una vez evaluados todos los deterioros se procedió a su intervención, procediéndose en primer lugar a separar la pieza del soporte al que estaba unida por charnelas y acto seguido a eliminar del soporte las cintas adhesivas.

El siguiente paso consistió en una limpieza mecánica de la superficie, afectada de suciedades como algunos detritus de insectos, a la que siguió una limpieza química -a base de eliminación o atenuación- de los residuos de adhesivos y de las manchas que estos dejaron en el documento por acidificación.

La intervención de Inmaculada Mas continuó con la unión de los fragmentos en que vino dividido el plano y la reintegración de la zona con pérdidas, para pasar después a la consolidación mediante la laminación del reverso con papel japonés, a lo que sucedió el montaje en una carpeta passe-partout y lámina de mylard para protegerlo del polvo y de las emisiones ambientales negativas.

Como punto final al proceso de restauración se realizó un nuevo reportaje fotográfico descriptivo, como testimonio de los trabajos realizados, que acompañó el informe elaborado tras finalizar la intervención conservadora-restauradora.

Catastro de ensenada. En el siglo XVIII entre los años 1749 y 1756 se realizó a instancias de la Administración Pública en los 15.000 lugares con que contaba la entonces Corona de Castilla una minuciosa averiguación a gran escala (conocida técnicamente como catastro) en torno a sus habitantes -interrogados casa a casa, calle por calle-, propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, censos, características geográficas de cada población, etc. En suma, una valiosísima fuente de información de los habitantes de la Corona castellana -que no incluía los territorios de las Vascongadas- a mediados del siglo XVIII.

La investigación fue ordenada por el rey Fernando VI a propuesta de su ministro secretario de Hacienda, el ilustrado Zenón de Somodevilla y Bengoechea, Marqués de la Ensenada. De ahí el nombre que recibió dicho Catastro.



Los datos del Catastro de Ensenada referentes a Almadén pueden consultarse en el Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real. Concretamente en los legajos con signatura 642 y 643.
Dicha documentación nos detalla con pormenor, calle a calle, los distintos vecinos e inquilinos que viven en la localidad; especifica también las casas pertenecientes a la Monarquía repartidas por todo el entramado urbano de Almadén: la que llaman de la Superintendencia, ubicada frente a la iglesia y destinada por ordenanza para habitar en ella los señores superintendentes y para oficinas de la Contaduría y Pagaduría; las casas del Contador, contiguas a la misma Iglesia; la del oficial de la tropa que custodia las reales fábricas y minas en la calle Mayor; o la casa que como gran Maestre tiene para ser ocupada por los alcaldes mayores.

También refieren los documentos algunos cambios que va a sufrir en breve la silueta urbana almadenense, que serán espectaculares: así en las eras se construirá la plaza de toros, en sus cercanías el hospital y algo más allá la cárcel nueva. Edificaciones todas ellas que se levantarán en lugares alejados del casco urbano, pero que en breve modificarán la disposición del callejero.

En las cuarenta preguntas con respuestas que incluye el Interrogatorio General del Catastro en torno a Almadén se vierten datos como que muchos vecinos en aquella época hospedaban a los temporeros en sus domicilios; siendo tal la saturación de los inmuebles que muchos albergaban a cuatro o cinco vecindades debido al incremento de trabajadores llegados a sus minas.

En el Taller de Documento Gráfico se recuperan los documentos y libros antiguos, se da color a los tipos de letra y se protegen las encuadernaciones para salvaguardar todo este patrimonio, importante fuente de conocimiento.

En él se trabaja con todo tipo de documentos gráficos, de gran valor artístico y bibliográfico, como es el caso del plano de Almadén de este trabajo periodístico.
Sus profesionales vuelven a recuperar la policromía de los libros, refuerzan sus encuadernaciones y sus tapas, intervienen en el pergamino y en el papel -que en la mayoría de los casos está erosionado por las inclemencias del tiempo y del lugar que ocupa-, vuelven a dar color a los tipos de letra, etc.

Entre las laborales desarrolladas en el taller figuran la separación celulósica, la encuadernación, el proceso químico, la recuperación de textos, la separación de página, el secado, la ornamentación de libros de gran valor científico, su costura, además de realizar un estudio exhaustivo de la intervención prevista de forma analítica y de adquirir una gran responsabilidad moral con las obras a recuperar.

1 comentarios:

Desde luego, que te curras el blog. De vez en cuando me llevo una sorpresa con los temas que sacas. Muy interesante, felicidades

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