La década de 1940 en España fue muy dura para aquellos
que les tocó vivirla, pues aunque la guerra civil había concluido, su rastro de
hambre y miseria tardaría varios años en borrarse. Los 40 son años de
racionamiento, de mercado negro y de rígida censura.
Por eso, la sociedad de la
posguerra fue ante todo una sociedad reprimida. En lo que se refiere a la
prensa, el Estado fundó unos cuarenta diarios, la llamada Prensa del
Movimiento, que actuaron sobre la base de censura previa y consignas
oficiales. Para contrarrestar la imposibilidad de publicar cualquier tipo de
crítica política o de sucesos que pudieran perjudicar al régimen único, era
frecuente la aparición en estos diarios, entre los que se contaba el Lanza,
de noticias curiosas y acontecimientos más o menos extraordinarios que los
periodistas contaban con gracejo, como si quisieran que los lectores olvidaran
durante un rato los graves problemas que les acuciaban.
El Centro de Estudios de Castilla-La Mancha ha
digitalizado todos estos periódicos, de modo que se pueden consultar a través
de su Biblioteca Virtual. En la comarca de Almadén el corresponsal del diario Lanza
era Luis Cavanillas Ávila, quien aunque en ocasiones escribía sobre temas
trascendentes, como la escasez de trigo, el deficiente abastecimiento de agua,
los continuos cortes de energía eléctrica, el malísimo estado de las carreteras
o el ferrocarril que nunca llegó a Almadén, en otras relataba con gracia y
simpatía historietas y anécdotas. Un colega suyo de Lanza, quien firmaba
sus artículos como Honorato de Calatrava, afirmaba de Cavanillas: “Es verdad
que él busca la noticia, pero no menos cierto es que esta le llega muchas veces
con maravillosa facilidad. Yo definiría a Cavanillas como el pararrayos
de la noticia elevada al cubo”. Pues bien, aquí va un ramillete de ellas.
Sobre animales y plantas
“El
cerdo de seis jamones. La cosa no nos sorprende porque la estábamos esperando.
Además, se nos ocurrió a nosotros hace tiempo. Lo que pasó es que encontramos
siempre muchas dificultades para conseguir cruzar una araña o un cangrejo con
una cerda. Ahora parece que por fin lo consiguieron en Almadén” (noviembre de
1948).
“Una
col de 13 kilos. En una finca del término municipal de Chillón,
propiedad del industrial D. Luis Puebla, se han recolectado unos repollos de
col de unas dimensiones y peso excepcionales; una de estas ha pesado trece
kilogramos” (diciembre de 1947).
“Una
gallina sin lengua. El Sr. Prieto Gómez de la localidad de Chillón ha
registrado un curiosísimo caso en su gallinero, pues una de sus gallinas no
tiene lengua” (diciembre 1947).
“Un
hongo que bate el récord. D. Luis de la Cruz nos ha presentado un hongo que pesa
medio kilo y cuyo diámetro sobrepasa los veinticinco centímetros. El monstruoso
hongo es el más hermoso recogido hasta el momento presente en esta población de
casos raros” (octubre de 1949).
“Perdigones
de Almadén baten el récord de vuelo. Con destino a Palma de Mallorca han sido
remitidos por D. José Arias Agenjo dos magníficos perdigones; el viaje hasta
Madrid lo realizan en ferrocarril y desde la capital a Palma de Mallorca en
avión. Allí escasea esta clase de pájaros, que suelen alcanzar precios que
sobrepasan las 2.500 pesetas. Al parecer, es la primera vez que unos perdigones
realizan un vuelo de esta índole” (marzo de 1949).
“Un
girasol gigante en Almadén. En una huerta propiedad de D. Ignacio Fernández
Mata se ha cultivado un girasol que mide 60 centímetros de diámetro, pesa tres
kilos y medio, y cuya caña tiene una altura de tres metros y medio” (noviembre
de 1949).
“Un
gato (sin alas) trepa por la sombra de un poste. Un gato asustado, creyendo
salvarse en su fuga, tomó la sombra proyectada por un poste sobre una pared
encalada de unos cuatro metros de altura por el mismo poste, hasta ganar el
tejado de una casa. El hecho está siendo muy comentado ahora que están de moda
los felinos alados” (agosto de 1950).
“Bellotas
como huevos. El industrial de Almadén, Antonio Rodríguez, posee unos ejemplares
de bellotas de encina, que han pesado cada uno 28 gramos. El peso corriente de
una bellota es de unos 7 a 9 gramos” (diciembre de 1950).
“Descomunales
espigas de trigo candeal. Don Rafael Fuente-Hita, vecino de Almadén, ha
comprobado en la balanza de la farmacia del señor Sainz, que cada grano verde
mondado de trigo candeal pesaba diez centigramos. La espiga tenía 200 granos,
por lo que arroja 20 gramos de peso” (abril de 1950).
Los
soldados moros
En
diversas localidades de la comarca estuvieron asentados desde el final de la
guerra varios destacamentos de un tabor de regulares. Su principal misión fue
ayudar a la Guardia Civil en su lucha contra los guerrilleros y huidos de la
sierra, pero también servían de protección para el mercurio que se guardaba en
el almacén de la mina y para la vigilancia de los reclusos mineros (1940-1944)
cuando salían del recinto carcelario para ir a trabajar a las labores
subterráneas. Estas tropas africanas, mandadas por oficiales españoles, tenían
una estricta disciplina y su comportamiento fue correcto en general.
“Bautizo en Alamillo. Con toda solemnidad y con
asistencia de numerosos feligreses y todas las autoridades locales, recibió las
aguas bautismales un soldado indígena de las fuerzas de Regulares de Ceuta, de
guarnición en Alamillo. El regenerado, al que se le impuso el nombre de Antonio
Pedro, dio gran sensación de alegría y optimismo, una vez borrada la mancha del
pecado original” (diciembre de 1946).
“Accidente en el teatro. Un soldado moro se cayó desde el
piso principal del cine al patio de butacas, resultando ileso; trató de evitar
que se le cayera el gorro con el que iba cubierto. Afortunadamente, el soldado
cayó sobre una localidad vacía” (febrero de 1947).
Miscelánea
A lo largo de estos años aparecieron noticias variopintas
ocurridas en Almadén y pueblos cercanos que nuestro cronista relataba con su
habitual gracejo. En estos temas no había censura; otra cosa era cuando el
corresponsal de prensa lamentaba la poca atención que el Consejo de
Administración de las minas dedicaba a la mejora de suministros y
comunicaciones, y de hecho el Consejo se quejó en varias ocasiones al
gobernador civil de las denuncias de Cavanillas.
“Dos movimientos sísmicos en Almadén”.
La existencia de labores subterráneas bajo la parte occidental de la localidad
ha causado hundimientos en las casas en diversas épocas, como los sucedidos en
la calle Granados y otras cercanas durante la segunda mitad del siglo XVIII,
pero achacarlos a terremotos era, sin duda, más emocionante. “Desde hace algún
tiempo se han notado en la parte occidental de Almadén ciertos fenómenos que
muy bien pueden atribuirse a movimientos sísmicos. El primer síntoma de
caracteres alarmantes se produjo en la barriada de Barrio Nuevo: grandes
grietas se abrieron transversalmente en toda una manzana de casas muy próximas
a un pozo de mina abandonado. Iguales síntomas se han producido en la central
eléctrica del cerco de San Teodoro y en la casa superintendencia de las minas.
En la calle Cervantes nº19, el acerado de cemento se ha agrietado por completo,
produciéndose una fuerte explosión que ha lanzado al aire trozos del pavimento
con natural alarma del vecindario” (julio de 1944).
“En Almadén se fabrican bombas atómicas. Hasta ahora
sabíamos que con el mercurio se fabricaba fulminato, que por lo visto también
explota por simpatía como esta otra explosión soviética. El secreto de su
fabricación no lo revelamos, pues de algo nos tiene que servir esta propaganda;
al menos de atracción de forasteros, ya
que por algo representamos al turismo manchego” (febrero de 1946).
“Un ahogado se
salva. Un labrador de Chillón ha
sido arrastrado por las aguas del río Esteras, que venía muy crecido por las
últimas lluvias. Las dos mulas que llevaba fueron encontradas ahogadas aguas
abajo, pero nada se sabía del labrador. Cuando todo el mundo le creía ahogado
por la impetuosa corriente, ha llegado por su propio pie, después de varios
días, al lugar donde se dirigía. Al parecer estuvo asido a un fresno que
formaba un pequeño islote en el centro del río hasta que descendió el nivel de
las aguas” (febrero de 1947).
“En busca de Jorge Negrete. Un pequeño de Almadén, de
doce años de edad, cogió algún dinero a sus padres e influenciado por el cine
se trasladó a Guadalajara en busca de Jorge Negrete. En esta ciudad estuvo
preguntando por el domicilio del popular actor, pero al conocer el muchacho que
había otra Guadalajara en Méjico, regresó desilusionado a casa de sus padres. Y
es que la Guadalajara, capital de Jalisco, no es la misma que la de aquí,
capital de La Alcarria. En la de acá hay miel y en la de allá higos chumbos”
(noviembre de 1947).
“El peregrinaje de Azarías”. Azarías Tirado fue un personaje muy querido en el Almadén de la posguerra.
A su trabajo de administrativo del establecimiento minero unía su afición de
violinista-animador y con su orquesta Mercurio participó en numerosos
festejos de Almadén y otros pueblos cercanos. En los años finales de la década
de 1940 tomó por costumbre hacer un peregrinaje a pie de Almadén hasta Sevilla
en primavera u otoño. Cuenta Luis Cavanillas que algunas autoridades y
funcionarios de Hacienda iban a despedirle a la salida del pueblo: “Azarías
será portador de su violín con el que piensa actuar en las más importantes
poblaciones de su extensa marcha. Admiramos su espíritu deportista, ya
demostrado en sus actuaciones futbolísticas, en las que destacó como un
excelente guardameta. La proeza podía ser culminada efectuando el regreso en
avión en la línea Sevilla-Madrid y ser soltado en paracaídas al pasar sobre
Almadén”.
“Torero espontáneo de Chillón. Cuando se encontraba
guardando unos cochinos, Eusebio Perianes Aceño, de 14 años de edad, se enteró
de que con motivo de la festividad de la Virgen del Rosario en Almadenejos,
había capeas en dicho pueblo. Ni corto ni perezoso, y sí llevado por su
extraordinaria afición a los toros, se dejó los cochinos en el campo, fue a
casa de su abuelo, cogió una carpeta que había sobre la mesa y se dirigió a Almadenejos
con su “capote-carpeta” bajo el brazo. Nada más llegar, vio en el redondel un
bicho que le gustó y lanzándose al ruedo le dio ocho o diez pases con tanta
seguridad y tanto valor que el público
prorrumpió en una salva de aplausos. El muchacho, un tanto azarado,
intentó otro pase mucho más difícil y arriesgado que los anteriores, cogiéndole
el bicho y produciéndole algunos arañazos sin importancia. Lo sacaron en hombros y lo trajeron en coche de
vuelta hasta Almadén” (octubre de 1949).
“Otro violín Stradivarius. En Almadén, para que no
faltara nada raro, también apareció un Stradivarius, pero de los auténticos. La
cosa tiene su explicación, ya que el violín fue adquirido en África a un
húngaro, que a su vez lo había heredado de su abuelo, el cual lo adquirió en el
taller de Antonio Stradivarius. Últimamente han aparecido tantos Stradivarius
auténticos, que la noticia en estos días es encontrar uno que no lo sea” (febrero de 1950).
“¡Oro en Almadenejos!
Raimundo Moya Vigara, labrador del vecino pueblo de Almadenejos, ha hallado
en la umbría de la sierra de La Cerrata unos objetos de oro. Al desconocer su
composición exacta y el trámite y conocimiento que debería dar de ello, se
desplazó a la capital de la provincia para asegurarse de su valor. En efecto,
se trata de restos de alhajas de oro que pesan 800 gramos y que han quedado a
disposición del Juzgado de Primera Instancia. La Guardia Civil ha tenido que
intervenir para que los curiosos desplazados al lugar del hallazgo no destrocen
el sembrado de garbanzos que en la superficie del oculto tesoro existe. De
antiguo hay la creencia de que por aquellos contornos se oculta un fantástico
tesoro” (abril de 1950).
“Paso de objeto luminoso. En Almadén fue observado en el cielo un cuerpo luminoso de forma
cilíndrica. El fenómeno, que dejaba a su paso una estela luminosa, tuvo muy
escasa duración. La gente aventura la idea de que pueda tratarse de una extraña
máquina de guerra” (diciembre de 1950).
Lobos
Las comarcas serranas del suroeste de Ciudad Real han
sido privilegiadas en lo que a caza se refiere, y aún hoy en día abunda en
ellas la caza mayor y la menor, pero en la posguerra el trofeo más preciado era
el lobo. Ya en 1865, D. José de Hosta se expresaba así: “Las prolongaciones de
Sierra Morena por el sur y de los Montes de Toledo por el norte se introducen
en nuestra comarca, formando multitud de colinas de regular elevación, pero
quebradas y llenas de aspereza; todas las cuales están pobladas de robles,
encinas, alcornoques, quejigos,
acibuches, jaras, madroños y otros arbustos que forman bosques espesos, los
cuales dan abrigo a lobos, zorros, jabalíes, cuervos, gatos monteses y otras
diferentes especies de caza mayor y caza menor”. Los ataques de lobos al ganado fueron muy habituales en la década de 1940 y el Sindicato
Provincial de Ganadería estableció premios “para estímulo de cazadores para
persecución y muerte de estas fieras que tantos estragos causan en nuestros
ganados”. Por la piel de un lobezno se abonaban 50 pts; por la de un
lobo adulto, 110; y por la de una loba, 125. Además de ovejas y corderos,
muchos perros de majada murieron en esos años por ataques de lobos y, como
veremos, algún pastor se libró por poco.
“Lucha entre un pastor y un lobo. En la finca El Peralejo
(término de Chillón) se ha registrado un curioso caso de arrojo y valor durante
la lucha entre un pastor y un feroz lobo. Cuando dormía en un chozo próximo al
redil, el pastor Andrés Jiménez Corral sintió que un lobo estaba haciendo presa
en las ovejas. Sin otras armas que una estaca y con la ayuda de un mastín,
emprendió una lucha cuerpo a cuerpo con la fiera, hasta que después de una hora
pudo darle muerte. El pastor presenta diversas heridas en el muslo, resultando
también heridos de gravedad el mastín y una oveja. De cabeza a cola el lobo
mide metro y medio, y su peso es superior a las cinco arrobas” (julio de
1947).
“Una manada de lobos le obligó a subirse a un árbol. Gregorio
Labrada, guarda de la finca La Rivera, ha sido atacado por una manada de lobos,
teniendo que permanecer varias horas subido en un árbol. Gregorio suele poner
cepos para cazar estas fieras y ha conseguido capturar varias de ellas en
distintas ocasiones. Ahora ha ocurrido que en el cepo cayó una loba de gran
tamaño y cuando Gregorio se acercó a ella para rematarla con un palo, la loba
empezó a aullar, acudiendo en su defensa un lobo que obligó al guarda a huir y
subirse en un árbol. Más tarde llegaron tres lobos más, que no abandonaron el lugar
hasta que la presencia de unos perros los ahuyentaron, momento que aprovechó el
guarda para refugiarse en una casa de campo. Al amanecer, volvió al lugar y
mató a la loba, por lo que nuevamente será recompensado” (noviembre de 1948).
Deportes
Muchas noticias deportivas figuraban en los periódicos de
la época y el Frente de Juventudes organizaba frecuentes torneos de todo tipo:
fútbol (los más comunes), carreras (generalmente de campo a través), ajedrez y
hasta boxeo. Los cronistas deportivos hacían hincapié en que la fortaleza del
cuerpo llevaba a la del espíritu y que formando buenos deportistas se formarían
legiones de patriotas. En los periódicos de estos años hay numerosas
referencias a los partidos de fútbol que se jugaban de ordinario entre los distintos
pueblos de la provincia, como Daimiel, Manzanares y Valdepeñas; pero lo que me
ha llamado más la atención de estas lides deportivas es la crónica de los
combates de boxeo. “El último combate. En
Ciudad Real se ha llevado a cabo una velada de boxeo, donde la emoción llegó a
su punto culminante. Deporte este poco conocido, pero que ha conquistado a
quienes lo veían por primera vez…. El último combate fue de pesos medios, entre
Rayo, de Almadén, y otro camarada de Manzanares. Este último venció por inferioridad,
ya que en los últimos instantes del segundo asalto abrió con un golpe la ceja
derecha del minero con la consiguiente hemorragia, lo que obligó al árbitro a
suspender el combate. Fue ésta una pelea exenta de toda técnica, pero se
zurraron de lo lindo, llevando la peor parte el manzanareño, que recibió una
fuerte paliza del almadenense”.
© Ángel Hernández Sobrino
Ilustración: Javier Vinagre
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