Este año se cumple el cuatrocientos aniversario de la muerte de
Mateo Alemán, autor de la célebre novela picaresca Guzmán de Alfarache, un best-seller de
su tiempo, que no le evitó tener que emigrar a Méjico, donde murió en la indigencia.
Fruto de uno de sus múltiples oficios, Mateo Alemán nos dejó un interesante «Informe
Secreto» sobre el trabajo forzoso en las minas de Almadén, cuya lectura
equivale a un estremecedor descenso a los infiernos.
A sus cuarenta y seis años, en 1593, Mateo Alemán consiguió un empleo efímero
como «juez visitador por especial comisión de su majestad» para inspeccionar
las minas de mercurio (azogue) de Almadén. La investigación se había puesto en
marcha a raíz de ciertas «hablillas y murmuraciones» que se habían extendido
sobre los malos tratos que
recibían los galeotes y forzados que en ella cumplían
condena, e incluso los obreros libres de la mina.
PINCHA AQUÍ para seguir leyendo este artículo de Mariano Calvo.
Fuente: abc.es
0 comentarios:
Publicar un comentario