Nunca viene su nombre en los periódicos, pero son grandes. No
poseen riquezas, pero tienen algo que no se puede comprar: bondad, acogida,
ternura y compasión hacia el necesitado. Hombres y mujeres a los que se les
encuentra en el momento oportuno, cuando se necesita la palabra de ánimo, la
mirada cordial, la mano cercana.
Estas gentes desconocidas son los que hacen el mundo más
habitable y la vida más humana. Ellos ponen un aire limpio y respirable en
nuestra sociedad. De ellos ha dicho Jesús que son grandes porque viven al
servicio de los demás. Ell@s mismos no lo saben, pero gracias a sus vidas se
abre paso en nuestras calles y hogares la energía más antigua y genuina: la
energía del amor.
Estas
personas sois vosotr@s:
Personas que nos ayudáis con
vuestros esfuerzos y donativos a poder llegar a los que más lo
necesitan, de su alrededor y de fuera, porque sabemos que la ayuda irá donde
más se necesite, porque sabemos que la solidaridad no tiene para vosotros
fronteras.
Es
posible que nadie os agradezca nunca nada. Probablemente no se os hará grandes
homenajes. Pero estos hombres y mujeres,
vosotr@s sois grandes porque sois
humanos. Ahí está vuestra grandeza. Sois los mejores seguidores de Jesús, pues
vivís haciendo un mundo más digno, como él. Sin saberlo, estáis
abriendo caminos.
Fuente: comunicación personal Cáritas Almadén
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